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Solidaridad internacional con los migrantes hondureños – Abajo la persecución y militarización de fronteras del gobierno de Trump

Declaración de la Corriente Socialismo o Barbarie

Derecho de libre circulación por todo el territorio centro y norteamericano
Abajo las medidas represivas de Trump y el gobierno mexicano
Libertad de inmigración

             

En los momentos en que escribimos estas líneas, la caravana de migrantes hondureños está entrado de manera forzada al territorio mexicano. Después del ultimátum represivo de Trump acordado con Peña Nieto, el gobierno reaccionario de México intentó militarizar la frontera con Guatemala para frenar la entrada de los heroicos trabajadores de Honduras.

Sin embargo, en estos instantes los compañeros acaban de lograr romper el cerco y forzar la entrada en México. Se trata este evento de una expresión explosiva de una crisis política y social creciente en toda la zona centroamericana, con Honduras como su máximo exponente. Con menos prensa que otras crisis de características similares, lo que sucede en la región es la consecuencia de las políticas de barbarie capitalista, de hambre y represión impuestas por Trump y los gobiernos cómplices del imperialismo, como el de Juan Orlando Hernández.

La caravana de migrantes acaba de romper el cordón policial y las cercas en la frontera de Guatemala y México, del lado de Guatemala, y se enfrenta a pedradas con los antimotines de la policía federal mexicana. Para frenarlos las autoridades dicen que los van a recibir en un campo de refugiados pero la gente insiste en pasar sin condiciones.

A su vez, es de suma importancia exigir la libertad de Bartolo Fuentes, ex diputado del Congreso hondureño por Libre, dirigente social de la zona de San Pedro Sula-El Progreso. Por su rol de organizador vecinal es que ha sido hecho responsable de esta situación por el gobierno ilegítimo de JOH y fue encarcelado arbitrariamente. Exigimos su libertad y rechazamos la respuesta represiva del gobierno hondureño a la crisis migratoria.

Los verdaderos responsables de la situación que atraviesan los países de Centroamérica son los gobiernos locales y el imperialismo. El capitalismo regional está quebrado, ha vivido desde siempre de la súper-explotación de los trabajadores; sus gobiernos han impuesto una situación de barbarie extrema, usado al Estado para la estafa y el robo a gran escala. La realidad cotidiana de cientos de miles y millones es el régimen de esclavitud de las maquilas, en las que trabajan sobre todo mujeres con jornadas de trabajo de 12, 14 y hasta 16 horas corridas, sin descanso, los 7 días de la semana. El capitalismo internacional se alimenta vorazmente de esta situación y genera así las condiciones para una creciente migración masiva de personas que buscan escapar de la brutalidad de la vida cotidiana.

La Corriente Internacional Socialismo o Barbarie declara su incondicional solidaridad con los migrantes y se hace eco de la exigencia de libre tránsito e inmigración. La culpa de esta situación no la tienen los trabajadores migrantes, como quiere hacernos creer Trump y su campaña xenófoba, sino los capitalistas y sus gobiernos. Llamamos a que todas las organizaciones que se dicen democráticas y de izquierda expresen su solidaridad, a pelear para romper con todas las leyes antiinmigrantes, para que la caravana de hondureños pueda cumplir con sus objetivos.

Basta de represión. Libertad de circulación.

Libertad a Bartolo.

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Catástrofe social en Honduras | Miles de hondureños buscan refugio en México y EEUU

Por Carlos Amaya (Socialismo o Barbarie de Honduras)

Miles de hondureños organizados en caravana abandonan Honduras y se dirigen a México con la esperanza de poder llegar a Estados Unidos, haciendo visible la profunda crisis económica, social y política que atraviesa Honduras desde hace varios años. La violenta reacción de Donald Trump y la hipocresía del gobierno hondureño sólo muestran la profunda incomprensión de la realidad de nuestros países y la única respuesta que conocen: el autoritarismo y la represión.

El tsunami

El pasado sábado 13 de octubre salió de San Pedro Sula una caravana de más de mil quinientos migrantes hacia Guatemala con el objetivo de llegar a Tapachula en el estado mexicano de Chiapas en calidad de refugiados y solicitar visa humanitaria al gobierno de México. Cinco días de caminata de los catrachos han provocado un verdadero tsunami en la región centroamericana.

La caminata que originalmente contaba con trescientas personas se multiplicó hasta llegar a casi tres mil al cruzar la frontera con Guatemala. Hombres, mujeres, niños, ancianos, discapacitados, en familia, con amigos o solos, unidos por un solo objetivo: buscar oportunidades que no existen en Honduras, cercados por el desempleo, las enfermedades, la violencia y la falta de perspectivas.

En el puesto fronterizo de Agua Caliente se produjo el primer intento de frenar la caravana por parte de la policía de Guatemala que estableció una barrera de antimotines que impidió durante más de tres horas el paso a los miles de migrantes. Sin embargo, la determinación de los catrachos rompió el cordón aprovechando los titubeos del gobierno chapín que inicialmente había dicho que no permitiría el ingreso pero que luego dio marcha atrás.

El llamado Triángulo Norte integrado por Guatemala, El Salvador y Honduras) forma parte de un acuerdo migratorio llamado C-4 que además incluye a Nicaragua, por medio del cual se permite el cruce fronterizo a sus habitantes con la simple presentación del documento nacional de identidad del país miembro, salvo los menores que deben contar con pasaporte y permiso de los dos padres.

A partir de ese momento, y pese a las violentas amenazas de Donald Trump y su vocera en Honduras, Heide Fulton, a las mentiras del gobierno de Juan Orlando Hernández y a la campaña mediática desatada para frenar la caravana; se multiplicaron los grupos que espontáneamente se están organizando en diversas ciudades de Honduras (Choluteca, La Ceiba, Santa Bárbara, Tegucigalpa y San Pedro Sula) para sumarse a la Caravana inicial, que puede rebasar las cinco mil personas.

Al momento de escribir este artículo (jueves 18 de octubre) más de 500 personas que se encontraban en el puesto fronterizo de Amatillo que limita con El Salvador detenidos por la policía y el ejército salvadoreño, habían podido cruzar y se dirigen al encuentro con la Caravana. En la zona norte en el puesto Agua Caliente está cerrado por la policía y el ejército hondureños obligando a centenares de compatriotas a internarse por la montaña para lograr su objetivo. Otro grupo se dirige al puesto de Corinto para poder cruzar hacia Guatemala.

Mientras los primeros grupos de catrachos han llegado a La Casa del Migrante en Tecún Umán, Guatemala, y unos pocos han cruzado a México.

Los gobiernos de la región en la encrucijada

Un día antes del inicio de la caravana, había concluido la Segunda Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad del Triángulo Norte de C.A. en Washington con la participación del vicepresidente estadounidense, Mike Pence; los presidentes de Guatemala y Honduras, Jimmy Morales y Juan Orlando Hernández, y el vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz. Además, los secretarios mexicanos de Relaciones Exteriores y Gobernación Alfonso Navarrete.

La Conferencia se inscribe en la política norteamericana contra las drogas, la violencia de las pandillas y la inmigración ilegal. Con un conjunto de medidas económicas enmarcadas en brindar mayores facilidades para la inversión privada, y un mayor control de la población centroamericana.

Según Mike Pence, sólo en el último año, “más de 225,000 guatemaltecos, hondureños y salvadoreños intentaron ingresar ilegalmente a la frontera sur de los Estados Unidos”. Al mismo tiempo, fueron deportados casi 75,000 personas de estos países. Siguiendo al vicepresidente gringo, “la cantidad de personas de El Salvador que intentaron ingresar ilegalmente a los Estados Unidos ha disminuido, pero el número de Honduras ha aumentado un 61 por ciento. El número de Guatemala ha aumentado en un 75 por ciento”.

Por estas razones, el representante del imperio se permitió exigir mayores acciones y recursos a Guatemala y Honduras para frenar la migración.

Ni se habían evaluado los resultados de la Conferencia cuando la Caravana hizo volar por los aires cualquier acuerdo que se hubiera logrado. Efectivamente, la violenta reacción de Donald Trump, informando al presidente hondureño que si la Caravana no era detenida y regresada inmediatamente se suspendería las ayuda y el dinero para Honduras, amenaza que pocas horas después amplió a Guatemala y El Salvador.

De último momento Trump ha exigido a México parar la caravana y amenaza con cerrar la frontera sur.

Las amenazas del presidente de EEUU no han amedrentado a los migrantes y han puesto a los gobiernos de la región en aprietos ya que la mayoría de ellos dependen no tanto de la ayuda de EEUU como de las remesas que envían los trabajadores migrantes en ese país. Aparentemente el gobierno de Guatemala pretende conformar a Trump con la detención ilegal del compañero Bartolo Fuentes (ex diputado de LIBRE) y reconocido dirigente popular y periodista de Honduras, a quien pretenden acusar de tráfico de personas.

El gobierno hondureño acusa a la oposición política (léase LIBRE) de ser la responsable y de querer perjudicar a los países de la región por motivos electorales, desconociendo que la migración ilegal es un fenómeno que tiene décadas de realizarse y que se ha profundizado en los últimos años por sus políticas de gobierno y el creciente autoritarismo a partir del golpe de estado del 2009.

El gobierno de México reaccionó militarizando la frontera con Guatemala y señalando que no permitirán el ingreso ilegal a nadie. Posición coherente con la política demostrada en estos años siendo México el país que más centroamericanos ha deportado.

Sin embargo, el Gobernador de Chiapas ha dicho que brindarán ayuda humanitaria a los catrachos y el Congreso Nacional Indígena se pronunció en total solidaridad con los migrantes. Mientras el recién electo presidente López Obrador sostuvo que a “partir del primero de diciembre vamos a ofrecer empleo a migrantes centroamericanos, … el que quiera trabajar en nuestro país va a tener apoyo, va a tener una visa de trabajo”, siendo este el primer desafío como presidente que tendrá que enfrentar.

Crece la solidaridad en medio de la desesperanza

Desde el inicio de la caminata de la Caravana de Migrantes, ha ido creciendo la solidaridad para la que no existen las fronteras. Hondureños, guatemaltecos y mexicanos se movilizan para colaborar con el transporte, la alimentación y el alojamiento de miles de migrantes.

El ejemplo de la caravana está siendo imitado por numerosos grupos en Honduras, que de esta manera están convirtiendo la migración invisible que hemos tenido en los últimos veinte años y que nos ha convertido en un país exportador de mano de obra, principalmente a Estados Unidos, Canadá, México y España, en una migración visible que expresa con total crudeza la bancarrota de las clases dominantes de Honduras, que tienen sumido al país en una permanente crisis económica, con una corrupción incrustada en las instituciones estatales, con políticos y empresarios vinculados al crimen organizado y el narcotráfico. Situación profundizada con la instalación de un régimen dictatorial a partir del golpe de estado del 2009 y consolidado mediante los fraudulentos procesos electorales llevado a cabo desde entonces, cuya cabeza visible es el dictadorzuelo Juan Orlando Hernández.

La Caravana de hondureños es un anticipo de lo que puede ocurrir con el resto de países centroamericanos en la medida que las condiciones de vida y el crecimiento del autoritarismo y de las tendencias facistoides que recorre el capitalismo mundial vayan empujando cada vez más amplias masas hacia la miseria y la degradación.

Centroamérica se encuentra nuevamente en la encrucijada, el orden establecido tras la firma de los acuerdos de Esquipulas que pusieron fin a la guerra civil en la región estableciendo un nuevo orden burgués se tambalea. Tras el estrepitoso fracaso de las llamadas “izquierdas del socialismo siglo XXI” en Latinoamérica, el futuro de la región dependerá de la capacidad que tenga la clase obrera y la izquierda revolucionaria para construir propuestas y organizar democráticamente al pueblo trabajador en la lucha contra el capitalismo dependiente, corrupto y dictatorial en la perspectiva de una federación socialista de Centroamérica.

Inmediata libertad para Bartolo Fuentes y los demás compañeros detenidos en Guatemala.

Libre tránsito para todo centroamericano que busque refugio en otro país frente a la crisis de la región.

Solidaridad internacional con la Caravana de Migrantes.

El imperialismo yanqui avala el escandaloso fraude de las elecciones presidenciales del 26 de noviembre

Trump corona presidente a su lacayo, Juan Orlando Hernández (JOH)

Por Rafael Salinas, 28/12/17

«El gobierno de Trump ha hecho lo correcto al denunciar el autoritarismo de los presidentes izquierdistas de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, pero debería hacer lo mismo con el presidente derechista de Honduras. Desafortunadamente, EEUU se ha demorado mucho en responder, y lo ha hecho muy débilmente, a las irregularidades generalizadas en las elecciones del 26 de noviembre en Honduras, que tanto el presidente Juan Orlando Hernández como su rival Salvador Nasralla -líder de una coalición de izquierda— afirman haber ganado.

«Peor aún, Estados Unidos no ha denunciado las maniobras anteriores de Hernández para postularse para la reelección, cuando la Constitución se lo prohibía. ¿Por qué debería Trump criticar a un autócrata que es amigo de Estados Unidos?, se preguntarán algunos. La respuesta es que, haciendo la vista gorda a un autócrata de derecha, EEUU pierde autoridad moral para denunciar a los autócratas de izquierda.

« “El silencio y la pasividad de la administración Trump al pasar por alto estas irregularidades generan todo tipo de sospechas de que EEUU tiene una doble moral en cuestiones de democracia y derechos humanos”, dice José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización de derechos humanos Human Rights Watch. “Es un cáncer que destruye la credibilidad de los Estados Unidos. Permite a los gobernantes autoritarios decir que Washington toma sus decisiones en forma selectiva, según sus intereses políticos”.» (Andrés Oppenheimer, “¿Otro chavismo en Honduras?”, La Nación, Buenos Aires, 12/12/2017)

Andrés Oppenheimer, el conocido columnista del Miami Herald y la CNN, nacido en Buenos Aires, pero fervoroso e incondicional patriota del imperialismo yanqui, hace esta vez reflexiones con cierta cuota de verdad… Por supuesto, es falso comparar las situaciones de Venezuela, Bolivia y Nicaragua con la de Honduras, donde por ejemplo es norma el asesinato de activistas políticos y sociales “molestos” para el gobierno y los empresarios. Un caso, el de Berta Cáceres, se hizo mundialmente famoso… pero hay que saber que se han cometido y se siguen cometiendo infinidad de crímenes similares

Días después de esta nota de Oppenheimer, se confirmaban sus temores en relación a Trump. Washington pasó del “silencio y la pasividad” sobre Honduras y de “demorarse en responder débilmente, a las irregularidades en las elecciones”, al apoyo abierto y total del fraudulento Juan Orlando Hernández (más conocido como JOH).

Lo sucedido es, efectivamente, un escándalo pero que ya trasciende las fronteras de Honduras, por la connivencia de Washington. Trump y la Casa Blanca habrían podido situarse “por encima” de las “miserias” y los detalles “desagradables” de la elecciones hondureñas… y así estar en mejores condiciones para vapulear a Venezuela. O sea, actuar prudentemente, fingiéndose “imparcial”, como intentó hacerlo su Ministerio de Colonias –la OEA, Organización de Estados Americanos–, bajo la conducción del frenteamplista uruguayo Luis Almagro.

Almagro, el gran organizador de la cruzada contra Venezuela, supo muy bien desde el principio que no podía, con una mano, garrotear a Maduro por sus discutibles votaciones –como la Constituyente– y, con la otra, avalar el fraude escandaloso de JOH. Un fraude, además, que se inició desde mucho antes de las elecciones. Es que la Constitución de Honduras prohíbe expresamente la reelección presidencial. ¡JOH, legalmente, no podía ni siquiera ser candidato!

La salida de Almagro y la OEA fue la de pedir la anulación de estos comicios y que se convoque a nuevas elecciones… Esto a primera vista puede aparecer como “imparcial” y “razonable”, pero no es así. El candidato opositor Salvador Nasralla ya tenía prácticamente ganada las elecciones, cuando un oportuna “caída del sistema” invirtió los resultados. La maniobra del fraude fue grotesca. Hacer una nueva elección dejaba sin sanción este escandaloso delito… además de abrir la posibilidad de organizar un nuevo fraude menos grosero.

Pero el llamado a nuevas elecciones promovido inicialmente por la OEA disgustó a Trump. Su decisión –aunque al principio no la proclamase– era la de apoyar al organizador del gran fraude, Juan Orlando Hernández. Es que JOH le garantiza no sólo la continuidad de la relación colonial, sino también la de un régimen represivo bestial, que facilita el saqueo de Honduras y, sobre todo, el dominio imperialista en toda una región que Estados Unidos consideró siempre como su “patio trasero”. 

“Dictaduras benignas”

Oppenheimer, al tanto de las intrigas de trastienda en Washington,  responsabiliza al general John Kelly –gran amigo de JOH desde que era jefe del Comando Sur de los EE.UU. en Miami– de haber convencido a Trump de apoyar la reelección de su fraudulento agente en Honduras.

Y ha trascendido la “recomendación” del general Kelly, que habría convencido a Trump de sostener a JOH aun a costa de chocar con la OEA y desautorizar al servicial Luis Almagro. Esta recomendación habla por sí misma: ¡¡Hay que apoyar a JOH porque “es un dictador benigno”!!

El general Kelly, sin quererlo, avalaba el nombre que había adoptado la coalición opositora, que con Salvador Nasralla había logrado la mayoría: “Alianza de Oposición contra la Dictadura”.

Lo de “dictaduras benignas” da para mucha tela para cortar… Les estaría permitido, por ejemplo, asaltar las universidades con los cuerpos militarizados y apalear a los estudiantes y profesores insumisos. Lo mismo, con los que pretendan hacer huelgas y, en general, mantener organizaciones sindicales.

Los “dictadores benignos” también tendrían derecho a llenarse los bolsillos con una fenomenal corrupción, como los casos que generaron los estallidos populares contra JOH hace dos años.[1]

¡Eso sería lo que se necesita en Honduras y, en general, en América Latina! Garrote y más garrote… pero envuelto en elecciones conveniente “adobadas”. Así, estas posmodernas “dictaduras benignas” tendrían la ventaja sobre las antiguas dictaduras militares de no llevar finalmente a peligrosas polarizaciones y estallidos. Pero la experiencia con JOH no ha salido muy bien, que digamos…

Sea como sea, finalmente, el 22 de diciembre, Trump dejó de jugar a las escondidas y proclamó el “triunfo de Hernández”, dejando en “offside” (u “orsay”) a sus jugadores de la OEA. 

Heroica lucha contra la dictadura y límites de sus direcciones

Como ya advertían los compañeros de Socialismo o Barbarie de Honduras, la Alianza de Oposición contra la Dictadura y, en primer lugar, su candidato presidencial Salvador Nasralla, tenían “una política confusa y contradictoria” (ver “Honduras en lucha contra la dictadura”, SoB Honduras, 20/12/2017, http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=10671 ) . Y además señalaban que:

“Tras la proclamación de JOH por parte del Tribunal Supremo Electoral y el llamado de éste al diálogo, desde lo más alto de la Alianza hay posiciones encontradas. Nasralla desde Washington acepta el diálogo y apuesta a nuevas elecciones como propone la OEA, en Tegucigalpa Mel Zelaya rechaza el diálogo y apuesta a que EEUU reconozca el triunfo de Nasralla oponiéndose a un nuevo proceso electoral. Ninguno de los dos cuestiona los resultados a nivel de diputados y alcaldes, y ninguno de los dos plantea la salida de JOH del gobierno aceptando que permanezca hasta fines de enero para el traspaso del poder.

“Otras voces llaman a desconocer el proceso electoral de conjunto, la inmediata salida de JOH y el nombramiento de un gobierno de transición que convoque nuevas elecciones organizadas y supervisadas por otro organismo que no sea el actual TSE.

“Todas estas propuestas se están manejando en las alturas, nadie consulta a quienes en las calles, barriadas y comunidades sufren y enfrentan la brutalidad del régimen dictatorial. La falta casi absoluta de organización facilita este marginamiento de los principales actores en las comunidades, barrios, carreteras y calles donde exigen la salida de JOH y el cese de la represión como punto central para lograr un cambio radical en Honduras. Por el momento, la organización se ha limitado a los puntos de bloqueo en el nivel básico de operatividad y no de debate y posicionamiento.

“En este contexto de confusión de objetivos, se hace necesario y urgente romper la actual dinámica construyendo al calor de la lucha una estrategia para lograr el triunfo. En otro momento podremos debatir sobre las similitudes y diferencias con otros procesos de lucha de nuestro pueblo, pero hoy de lo que se trata es de contribuir con propuestas que fortalezcan la actual lucha contra la dictadura.”

Para eso, los compañeros señalaban como imprescindible el lanzamiento de “nuevos frentes de lucha para sacar a JOH”:

“Posicionándonos claramente en la exigencia echar el dictador Juan Orlando Hernández a partir de la movilización popular libre y democráticamente organizada en las bases, consideramos que es necesario extender la lucha creando tantos frentes como sea posible.

“Desde Socialismo o Barbarie hemos venido insistiendo en la exigencia que el sector organizado de trabajadores se incorpore a la lucha mediante sus propios métodos: asambleas, comités de huelga, paros de labores.

“La no incorporación de la clase trabajadora es un punto débil de la lucha y fortalece al régimen. No es de extrañar que tanto Nasralla como Mel no propongan la huelga como método de lucha por los intereses de clase que representan. Pero es inadmisible que los dirigentes, muchos de los cuales son miembros activos y hasta candidatos de LIBRE o del Partido Liberal, se nieguen a movilizar al sector organizado, cuando son ellos mismos quienes los Primeros de Mayo llevan a la familia Zelaya como principales oradores en las tribunas.

“La clase trabajadora tiene motivos más que suficientes para incorporarse a la lucha. Ha sido la más golpeada por el régimen después el Golpe perdiendo importantes conquistas. Pero también es la que va a pagar el costo de la actual lucha si no se logra derrotar la dictadura. Los empresarios ya están recortando horas de trabajo, descontando los días no trabajados por las tomas y despidiendo personal con la excusa de pérdidas económicas. Durante ocho años han visto incrementar sus ganancias y con una semana de paralización descargan sobre los y las trabajadoras la crisis creada por el régimen que ellos sostienen.” (“Honduras en lucha contra la dictadura”, cit.)

Nasralla tira la toalla

Días después, estas advertencias de los compañeros de Socialismo o Barbarie de Honduras tendrían una lamentable confirmación. Salvador Nasralla, que había viajado a Washington para “negociar por cuenta propia” con el Amo de Washington, finalmente a su regreso tira la toalla.

El resultado de esta “negociación” es que “el candidato opositor de Honduras se retira de la política”, según relata un cable de DPA del 22 de este mes (publicado en El Periódico de México).

“El político opositor se considera vencedor de las elecciones presidenciales del pasado 26 de noviembre y acusa de fraude al Tribunal Supremo Electoral (TSE), que reconoció oficialmente la relección del conservador Hernández. Estados Unidos avaló hoy al presidente como vencedor de los comicios.

“«Con la decisión de Estados Unidos –dice Nasralla– yo quedo fuera de escena. Yo no tengo partido, porque la Alianza queda desintegrada con esa declaratoria de EEUU. Yo seguiré en la televisión, mis programas son de los de mayor audiencia en el país», declaró Nasralla, que es periodista, tras conocer que el Departamento de Estado felicitó a Hernández por la victoria en las elecciones.

“Nasralla compareció hoy ante la prensa y dijo que se retira del ruedo político porque se dio cuenta de que, en Honduras, no se ganan elecciones de forma democrática, sino que los gobiernos son impuestos por EEUU y la cúpula empresarial hondureña.

“Nasralla había viajado Washington, donde se reunió con funcionarios del Departamento de Estado y pidió al presidente Trump, que no reconociera a Hernández como vencedor de unos comicios que le fueron robados.” (El Periódico, 22/12/2017)

Muy probablemente, los funcionarios del Departamento de Estado, en aplicación de lo que podría llamarse la doctrina Trump de “dictaduras benignas”, le propusieron un típico acuerdo mafioso. Si se retiraba, no correría la suerte de los más de 30 muertos y los centenares de heridos y detenidos por los represores de la dictadura de Juan Orlando Hernández… Y además lo dejarían seguir en la televisión…

Pero los masivos sectores populares que votaron contra la dictadura de JOH y luego salieron a la calle a enfrentar el fraude, no la tienen tan fácil. ¡Hay que tumbar un régimen que es una “dictadura benigna” sólo para los funcionarios del imperialismo yanqui y sus patrones!

Para eso son necesarias direcciones muy diferentes a la de un Nasralla.

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1.- “Indignados se movilizan contra la corrupción”, SoB Honduras, 16/05/2015 http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=5209

2.- “Masivas protestas exigen «¡Fuera JOH!»”, SoB, 11/06/2015, http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=5181