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Carta de despedida a un joven cuadro de nuestro partido. Hasta el socialismo siempre, camarada.

Mucho dolor… Mucha rabia… Pero más que nunca mi puño cerrado y bien en alto. Para redoblar las fuerzas y seguir peleando… porque te lo debemos Ale… Todavía me queda tu beso al desperdirnos ayer después de la manifestación en París. Y me lo voy a guardar para siempre. Todavía me queda tu voz grabada al decirnos «chau… nos vemos mañana». El abrazo que nos dimos. Y porque si hoy continuamos es porque vos arrancaste. Te quiero mi «Petit monsieur»… Camarada. Hasta el socialismo siempre. París, sus calles y su lucha te van a extrañar.
Carla Tog, París 21 de junio de 2017

Ante el fallecimiento del compañero Ale militante en Francia de nuestra corriente

Lamentablemente nos toca informar una tragedia: nuestro compañero Ale B. falleció en horas de la mañana de hoy en París, Francia. Se trata del país a donde había sido enviado Ale desde años atrás a poner en marcha las tareas iniciales de la construcción de nuestra corriente en el viejo continente.
Los acontecimientos que rodean esta tragedia son eso: una verdadera tragedia. Un insólito accidente en su departamento.
Siendo muy joven Alejandro se postuló (y nuestra corriente asumió la responsabilidad) de que fuera a militar a Francia en momentos donde estaba en ascenso el movimiento de los Indignados así como las rebeliones populares que desde el Mundo Árabe comenzaron a impactar sobre el viejo conteniente, sobre todo España y también Grecia.
Con ese entusiasmo Ale viajó a Paris y con buenas y malas comenzó a asumir las responsabilidad de construir nuestra corriente en Europa acompañado por algunas otros compañeros y compañeras tanto en Francia como también en España, todos trabajos todavía muy iniciales pero de evidente importancia estratégica.
Ale había sido un reconocido activista estudiantil en el Nacional Buenos Aires, uno de los colegios de mayor tradición política y educativa del país, donde cumplió una destacadísima labor en la construcción de nuestra corriente secundaria Tinta Roja.
Casi sin pasar por la universidad argentina Ale recaló en Nanterre, París, la universidad que fue cuna del Mayo Francés, donde acababa de obtener su Master en Sociología con importantes calificaciones.
Ale era un cuadro partidario y de la corriente de enormes capacidades, enormemente querido y apreciado en la juventud de nuestro partido. Estaba en pleno desarrollo; en el siempre complejo proceso de maduración con alegrías y también dificultades, obviamente. Y ocurrió la tragedia que en pleno proceso de desarrollo, de maduración, lo encontró una muerte temprana, absurda, más dolorosa aun cuando se trataba de uno de los integrantes de la juventud de nuestro partido y nuestra corriente, de las nuevas generaciones militantes con todo un camino por recorrer
Si Ale fue a Francia es porque tenía enormes potencialidades, porque era uno de los cuadros más destacados de nuestra juventud.
De enorme sensibilidad y calidez humana, con una mamá y un papa comprometidos profundamente con él, enormes amigos y amigas, compañeros y compañeras del partido, todos lo lloramos a estas horas.
Las muertes jóvenes, como decimos arriba, son más dolorosas. Sin embargo, no se trata solamente de esto: se trata de reivindicar en Ale a la nueva generación militante de nuestro partido y nuestra corriente (y a las nuevas generaciones luchadoras en general), que se juegan aun en su inexperiencia, aun en los pasos más o menos iniciales de su formación, por reabrir la perspectiva del socialismo: la perspectiva de la emancipación de los explotados y oprimidos.
Una nueva generación, y Ale como parte destacada de ella, que en medio de un período histórico caracterizado por la falta de compromiso y el posmodernismo, a contracorriente, elige dedicar sus mejores esfuerzos a la construcción de nuestra corriente histórica socialista revolucionaria, trotskista, a levantar las banderas de Marx, Engels, Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo y tantos otros camaradas hombres y mujeres que asumieron y asumen esta que es la tarea colectiva más hermosa de la humanidad: ¡la pelea por la emancipación de la humanidad, el socialismo!

Con esta carta, entonces, rendimos nuestro primer homenaje a Ale y su dedicación a la construcción de nuestro partido y corriente. Enviamos nuestro enorme pesar a su familia, amigos y amigas y todo los que lo conocían y apreciaban de manera cercana. Le damos a conocer a la vanguardia nacional e internacional esta trágica noticia y en las próximas horas anunciaremos los detalles del acto homenaje al compañero que realizaremos en Buenos Aires.

Compañero Ale: ¡hasta el socialismo siempre! ¡Vivan las jóvenes generaciones militantes!

Comité Ejecutivo del Nuevo MAS y compañeras y compañeros de SoB Europa, 20 de junio del 2017

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Topa Vé

Llorar a alguien que no conocí.

Los revolucionarios somos así. Estamos acá para cambiar el mundo.
Y no vamos a parar hasta conseguirlo.Y sí, somos obstinados.
Los troskos, en especial.
Somos gritones, en la facultad dicen que siempre ‘estamos enojados’
o que nuestros carteles gritan por estar pintados en letra mayúscula.

Cortamos calles,hacemos piquetes,asambleas, movilizaciones.
Tomamos facultades, fábricas y colegios.
Gritamos nuestra consigna con un megáfono bajo el brazo.
Probablemente hayas escuchado alguna vez a la troska gritona.

Hablamos hasta el hartazgo del clasismo,
de la independencia de clase,del internacionalismo.
Unos pocos, en nombre de unos muchos,
crecen a pasos agigantados, casi dando zancadas,
zancadas tan grandes que son capaces de cruzar el Atlántico.

Y así, en un abrir y cerrar de ojos, sentar campamento
y clavar bandera en nombre de la revolución socialista internacional.

Aprendemos a hablar otro idioma,
convivimos con otras costumbres,
y otros grupos oprimidos.
“¿Ocio o trabajo?”

“Construir un partido revolucionario”.
Nos desvelamos pensando,
en Francia, en España, en Honduras, en Argentina,
en un rincón del conurbano, en Córdoba, en Santa Cruz,
tomando el tren en Constitución o un café frente a la Torre Eiffel
en cómo cambiar el mundo.

Hay revolucionarios que pareciera que tienen en su ADN
las ganas y la convicción de cambiar el mundo.
Y así, la más tierna adolescencia,
la edad del pavo y las hormonas,
se empapan de lucha, de asambleas, de reuniones del Centro de Estudiantes.

Y la edad del pavo deja de ser la edad del pavo,
pero el pibe no deja de ser pibe
y como quien no quiere la cosa,
él se convierte en un pequeño pero enorme dirigente secundario.

Protagoniza una toma en el 2008 junto a sus compañeros,
vive, jode, ríe, disfruta, crece,
quizás, en ese interín, lava la remera de su banda favorita.

Si la burguesía edulcora a los mártires, a los cuadros y a las figuras de nuestra clase,
los revolucionarios nos encargamos de endulzarlos.
O mejor: nos encargamos de mantener prendida su llama.

De avivar su fuego para que crezca,
para que siga brillando con la misma luz,
para que siga quemando con la misma intensidad.

Y las generaciones venideras, los más jóvenes e inexpertos,
recordarán así tal cual fueron a los camaradas que ya no están:
como cuadros revolucionarios, entrañables -y extrañables-
militantes férreos a sus convicciones.

Los revolucionarios no nos conocemos todos con todos,
menos conocemos a cada miembro de nuestra clase.
Más tenemos una cualidad única:
si hay dos o tres de nosotros del otro lado del mundo,
cruzando el gran charco,
en el viejo continente,
lo vamos a sentir como un compañero,
y lo vamos a llorar como un compañero.

Porque compartir la causa revolucionaria
no encuentra sus límites en el tiempo,
en las distancias,
en las camadas nuevas o viejas de militantes.

Compartir la causa revolucionaria une,
en un abrazo tan estrecho y cálido,
a todo aquel que quiere cambiar el mundo de raíz
porque LA VIDA es HERMOSA
y queremos las futuras generaciones la disfruten plenamente.

Y aunque a veces no parezca,
los troskos que gritan en la facultad,
que cortan la calle,
que te pelean el voto en una esquina
o te venden la prensa a las 5 a.m en una fábrica con -5 grados,
además de resignar muchas cosas -y personas-,
además de ordenar su vida alrededor del partido,
también son personas.

Aman con intensidad,
ríen hasta las lágrimas,
lloran hasta la risa,
caminan descalzos por el pasto de verano,
pisan las hojas de otoño,
saltan los charcos de invierno,
se refugian en la sombra de primavera,
disfrutan de una cerveza bien fría,
y de un guiso bien caliente.

Los revolucionarios sienten una empatía tan fuerte
que cualquier palabra que pretenda explicarla,
se queda corta.

Esa empatía, que se traduce como amor a la humanidad,
está cargada de solidaridad de clase,
de lazos nuevos,
de vida.

Somos así, disfrutamos la vida y queremos vivirla intensamente
cada minuto, cada segundo. No queremos perder tiempo.
Decimos las cosas claras, plantamos bandera:
en la vida no hay tiempo para eufemismos.

Y la cualidad más hermosa, quizás, de un revolucionario
es entristecerse hasta las lágrimas,
por otro compañero revolucionario que no conoció.
Porque este sistema,
de indiferencia y frivolidad imperante,
de desorganización organizada,
de muerte y opresión,
nos quiere solos, separados, enemistados si es posible.

Y la causa revolucionaria,
el amor por la verdadera causa revolucionaria,
nos une de una manera tan estrecha
que nos sentimos y nos lloramos como hermanos.
Y nos hace entender que además de cuadros revolucionarios,
de militantes que quieren cambiarlo todo,
de personas que ponen primero al partido,
somos hijos, hermanos, novios, y amigos también.

Sentimos,
en cada fibra de nuestro cuerpo,
las injusticias que nos hermanan para cambiar el mundo.
Los sepultureros de la sociedad vieja,
los que abrirán paso a la libertad,
los que lloran las injusticias,
los que tienen un colchón preparado siempre que un compañero lo necesite,
los que sacrifican todo por la causa, hasta lo más preciado,
hoy tenemos la tarea de construir el partido que somos
y el que, por Ale y todos los compañeros, seremos.

Compañero Ale: hasta que todo sea como lo soñamos.

Actos y Homenajes

Ale vive en las nuevas generaciones partidarias

El jueves 22 llevamos a cabo un emotivo y concurrido acto-homenaje en la puerta del Colegio Nacional Buenos Aires, a la memoria de nuestro compañero Alejandro Bustamante, quien se encontraba desde hacía varios años desarrollando tareas militantes en Francia. 

Con la presencia de sus familiares, amigos, compañeras, compañeros de militancia, adversarios políticos, compañeros y docentes de su colegio; reconstruimos, a través de intervenciones y anécdotas, su figura íntegramente: la de un joven cuadro revolucionario, socialista e internacionalista, sensible, cálido, amistoso, risueño y enérgico.

Los rasgos de su personalidad, se demostraron en el variopinto arco de organizaciones que se hicieron presentes para llevar su solidaridad: MST, Partido Obrero, PTS, La Emergente, el Revire, La Mella- Patria Grande, Utopía Socialista, Comunismo Revolucionario, Libres del Sur, TPR y la Cámpora.
Agradecemos la presencia de todos y los cientos de mensajes solidarios que llegaron en estos días. Compañero Ale ¡Hasta el socialismo siempre!

A continuación reproducimos algunas de las intervenciones.

Palabras de Moni, mamá de Ale

“Si pudiera escucharme le diría: Ale, quiero ser un ladrillo en la construcción”

Lo primero que quiero decir es que esta es una situación muy atípica, nunca me la hubiera imaginado, básicamente porque soy una persona muy perfil bajo, no tengo Facebook, no tengo foto de perfil en el What’s App, sólo hablo con la gente que conozco y esta situación de las escalinatas es muy propicia para Ale pero no es lo mío.

Tengo que decir que he cometido varios errores. El primer error del que quiero hablar es uno que cometí hace pocos días cuando me enteré de esta tragedia y mis hijos me abrazaban con fuerza, y yo les dije: “yo los amo, muchas veces les dije que los amo a los tres por igual, pero les quiero decir algo, que ustedes ahora me abracen el doble o el triple, no va a compensar el hecho de que Ale no me va a poder abrazar más, son como tres compartimentos estancos”, les dije, “cada uno tiene su lugar y los va llenando y hoy el de Ale va a dejar de llenarse, a partir de hoy, Ale, va a entrar en el pasado y con los verbos en pasado y porque hacía y decía y ya no voy a poder usar más el tiempo futuro de va a venir, lo voy a ver, nos vamos a abrazar”. Pero estando acá me acabo de dar cuenta que ese compartimento que Ale llenaba con su presencia y con su humanidad, con su parte física, no se cerró, todos ustedes, cada uno de ustedes, lo está llevando, lo está llenando y ustedes no tienen ni idea, parece tonto lo que voy a decir, con el dolor que venía y con la felicidad que tengo en este momento, es una incoherencia tal vez, no sé, lo tendré que hablar con el psicólogo.

Hace tres días que digo que estoy sin palabras y no puedo dejar de hablar y hablar y hablar. Y entonces yo les quiero agradecer a todos ustedes, a cada uno de ustedes, a los que dijeron algo, a los que no lo dijeron, a los que escribieron tantas cosas hermosas, muchas las leí, otras no pude pero lo voy a hacer. Y los quiero porque me han dado tantas otras imágenes de Ale que yo no tenía. Porque claro, yo no fui testigo de las 24 horas de sus días y los 365 días de sus 25 años. Yo tuve la dicha, el placer, la felicidad de compartir muchos momentos desde que bueno, era así chiquito, que fue el más grande de todos, 4,200 kg, hasta hace poco, hasta el domingo que escuché su voz por última vez en un mensaje de felicitaciones que le mandó al papá por el día del padre.

Mis tres hijos, los tres han sido fuente de enseñanzas para mí, en distintas circunstancias, situaciones, materias, y estoy decididamente reconsiderando esta cosa de si la muerte termina con todo o si la muerte deja abierta una puerta y como dijo Andrés, hay una forma de burlarla y es la de vivir en los otros a través de desearles el bien, de practicarlo, de ayudarlos, de ser solidarios de amarlos, de amar la vida. Yo sé que todavía me queda mucho por llorar, no le tengo miedo, porque total me meto en el baño, en la ducha o no, lloro acá y listo. Me queda un montón por vivir el dolor, pero no le rehúyo al dolor porque es como también una parte que se va, como cuando el viento te entra a soplar, te viene el dolor, que en algún momento el viento cambia y de repente viene un solazo divino y uno la pasa bomba y se ríe de la vida. A Ale lo amé inmensamente, igual que a ellos dos, y siempre se lo dije y siempre me lo dijo, y perdonen las chicas, las ex novias, novias, pero Ale dijo que yo era la persona que más amaba en el mundo, es más, para todos ustedes, es verdad, hacíamos competencias, “¡yo te amo más!”, “no, ¡yo!”. Y es hermoso haber podido expresar eso entre nosotros, y bueno, los que no lo practican les aconsejo que le digan al que quieren que lo aman, porque está bueno, porque aparentemente, digo yo ¿no?, la vida no tiene leyes, no es “la ley de la vida dice que se muere el abuelito, después se muere el padre y después se muere…”, no, la ley de la vida es que es todo un quilombo, cambalache, la biblia y el calefón juntos y te toca lo que te toca, y agarráte Catalina, y poner el pecho. Porque se va a terminar, porque como decía Marina, una de las enseñanzas de Marina de estos días, llorando a los gritos pelados, decía “mamá, yo tengo 22 años y yo quiero seguir siendo feliz, yo soy una persona feliz y quiero seguir siendo feliz, y quiero que todos nosotros seamos felices y no quiero ver de ahora en más porque Ale no está más, una mirada triste, apagada en ninguno de nosotros”, y yo dije, “no hija, tenés razón, yo también soy una persona feliz, yo quiero ser feliz, yo me propongo ser feliz”, no le vamos a sacar el cuerpo al dolor, pero tampoco vamos a dejar que nos gane la batalla. Ale no se lo hubiera merecido, me hubiera dicho: “¡pero mamá déjate de joder!”, “¿pero qué te pasa? me morí nada más, ¡ya está, vieja!”. Te juro que me hubiera dicho eso, estoy segura, no hubiera estado: “¡aaaaay!, ¡me morí!”.

Ale te amo, veo que estás vivo, me están convenciendo, toda esta gente me está convenciendo de que estás vivo, qué se yo, dicen que adentro de ellos… por las dudas no salgas nunca porque me voy a pegar un cagazo. Bueno, yo de verdad les quiero agradecer infinitamente por todo esto. Y les digo que viendo esto, yo entiendo por qué Alejandro militaba con tanto fervor y se reunía tanto con ustedes. Porque cada uno de ustedes, los que conozco mucho, poco, nada, pero cada uno de ustedes ve un ser maravilloso, ve una persona con una calidez humana que no sé, ojalá se pudiera hacer transfusiones de esto, chicos, nos volvemos todos donantes y cambiamos el mundo si esto se pudiera transformar con la transfusión.

Yo le dije a Bobi, “no sé si voy a hablar, me parece que no”, pero le dije: “agarráte si yo hablo, porque yo que sé cuándo termino”. Los quiero mucho, les agradezco muchísimo la presencia, a todos los que estuvieron por casa, si quieren seguir viniendo, vengan, compraremos menos cerveza. Y Bobi me dijo algo hoy cuando hablaba de unos homenajes que se estaban preparando en Francia, y habló de algo así como el germen, semilla y yo pensé, ¿no?, digo semilla, sí qué lindo, porque viste que las semillas son chiquititas, son chiquititas en relación a lo que crece después de la semilla, y yo me imaginé a Ale como semilla y ojalá que eso que estuvo haciendo algo ahí sea como una semilla y que en algún momento esa semilla caiga en terreno fértil, que le caiga agüita, solcito, que sé yo, y salga un árbol y crezca algo importante porque lo que Ale fue a sembrar es algo importante, es algo generoso, es algo solidario, es algo de amor.  Porque dicen, “los troskos, las banderas rojas, ¡sanguinarios, se comen a los pibes!”, y no hacen nada de eso, aman a los demás, por eso luchan por eso, porque quieren que todos tengan las mismas posibilidades, que todos tengan acceso al respeto, a la dignidad, a la felicidad, es una palabra muy grande, a un rato de felicidad, pero sobre todo a la dignidad, a la igualdad, y eso es la herencia. En general son los hijos los que heredan a los padres, bueno a mí me tocó la contraria, yo estoy heredando a mi hijo, y yo de mi hijo lo que estoy heredando es esto, y entonces yo, si pudiera escucharme, que sé yo, le diría: “Ale, quiero ser un ladrillo en la construcción, no voy a ir más por la parte de afuera de la marcha, me voy a meter en el centro, Ale”. Muchas gracias.

Ah, quiero agradecer también, a todos ustedes, en nombre de mi marido, el papá de Ale, que muchos conocen, otros no, que es del sexo fuerte, teórico, porque en este momento está muy frágil y sabía que toda esta emoción no la iba a poder sostener, pero quiero que sepan que les agradece, los quiere, y también va a ser otro ladrillo más.

Intervención de Marcos Duch.

“En cada puño levantado, en cada joven rebelde, en cada lucha de los explotados y oprimidos y en cada risa de cualquiera de nosotros… ahí va a estar siempre presente”

La imagen puede contener: una o varias personas, multitud, árbol y exterior

Es muy difícil decir algo y que no quede gusto a poco a la luz de lo que fue Ale, de lo que es Ale, y que en cada palabra hay un poquito de eso y daría para escribir, y no parar de escribir nunca. Un saludo y un abrazo muy fuerte a la familia, a los compañeros, a todos los amigos. Una cosa impresionante que se estuvo viendo mucho estos días es el afecto increíble que tienen por Ale, personas que por ahí no lo conocieron personalmente, pero que nos escucharon a alguno de nosotros contar una anécdota, gente que por ahí se cruzó cinco minutos con Ale y eso ya fue una marca indeleble. La verdad es que me es imposible separar lo político de lo personal, porque las dos cosas crecieron un poco al mismo tiempo. Yo iba a otra división, al mismo turno, era un tipo muy particular además porque era altísimo, tenía barba cuando estábamos en primer año, y uno decía ¿y éste cómo hará? ¿Cómo puede ser? ¡Yo quiero tener una barba como esa! Imposible que pasara por alto. Nos hemos cruzado en varias ocasiones, hemos compartido ranchos, y después un poco al calor de la actividad política en nuestros últimos años en el colegio. En el transcurso de unos días Ale se convirtió en un amigo impresionante, y me abrió la puerta también a la amistad a otros amigos que están hoy también acá.

Voy a tratar de ser ordenado, la verdad que estos días estuve tratando de escribir un poco para ordenar las ideas, y no pude, no lo pude hacer.

En primer lugar, la pérdida enorme que es para nuestro partido, para nuestra corriente, para esa semilla de socialismo en Europa y en todas partes del mundo, pero también el legado enorme que deja porque sólo hablar de la pérdida sería muy injusto, por todo lo que decía antes también, y que también va hacia lo político, la claridad que tenía Ale para en dos palabras expresar una idea enorme, realmente enorme. Era un pibe que yo me acuerdo, en esa toma en 2009, yo ya estaba en Tinta Roja, no estaba en el partido, y tuvimos la famosa cita donde él me iba a proponer que yo empezara a militar en el partido. Y tenía comprensión, que es que los revolucionarios podemos racionalizar muchas cosas, podemos comprender que este mundo tal como es no es viable para las enormes mayorías oprimidas, pero que todo eso no empieza en la cabeza sino que empieza en el corazón. Él también me dijo que escuchando “Spanish Bombs”, que es un tema de The Clash, que habla de la Guerra Civil Española, muy lindo, para los que no lo conocen se los recomiendo, hoy lo venía escuchando mientras venía para acá; le emocionaba muchísimo y que me invitaba a militar si a mí me emocionaban las mismas cosas, y la verdad es que sí, y la verdad es que por eso también estoy acá, ¿no?

La verdad que, un compañero enorme, gigantesco, imposible, imposible de medir. Le agradezco también haberme enseñado un poco la dialéctica marxista. Porque en ese momento me parecía un adulto en el cuerpo de un pibe, y después me di cuenta que era un pibe en el cuerpo de un adulto y que todo eso podía pasar al mismo tiempo en una persona tan grandiosa como él. Más allá de que nos sirve para entender la política, para entender la realidad, para entender la historia, también nos sirve para entender a las personas. Y él era tantas cosas y es tantas cosas al mismo tiempo, que la verdad es que no se puede creer y no se puede entender… y bueno, corresponde seguir levantando todo este legado, también desde lo personal, siempre hablábamos muchísimo por Skype, por mensajito, por lo que sea, y estaba todo el tiempo esa ansiedad vibrante cuando sabíamos que ya estaba por venir, que lo íbamos a recibir, comer un asado, charlar de la vida, de todo, de fútbol, de música, las cosas que él hacia allá con un entusiasmo realmente enorme.

Y la verdad es que no sé si no quiero o no puedo extenderme mucho más, sólo sé que todos llevamos un poquito de lo que es Ale, eso es indudable, desde todo punto de vista, político, personal, afectivo, realmente un tipo maravilloso que nos tiene acá a todos juntos una vez más, tiene esa capacidad, que incluso habiendo pasado todo, nos tiene acá juntos, como yo pensaba decir casi exactamente lo mismo que dijo Inés, que desde hace unos días el mundo parece que es un lugar un poco más frío, un poco más oscuro, pero la verdad que lo tenemos tan en nuestros corazones dándonos calidez, impulsándonos a llevar esta calidez más allá, que es algo que él siempre tuvo clarísimo.

Y decirle a ese amigo enorme que lo vamos a extrañar muchísimo, que le damos un abrazo gigantesco. Y a ese compañero enorme también, decirle hasta el socialismo siempre, y que en cada puño levantado, en cada joven rebelde, en cada lucha de los explotados y oprimidos y en cada risa de cualquiera de nosotros y de cualquier joven en cualquier lugar del mundo, ahí va a estar siempre presente. Muchas gracias.

Intervención de Manuela Castañeira

“Hoy acá tenemos el deber como jóvenes de madurar un poco más, de entender todo lo que está en juego, todo lo profundo de entregarse”

Yo quiero personalmente agradecer a todas y todos lo que están acá, a todas esas cartas que llegaron de lugares muy lejanos y de otros lados del Atlántico, a todas las corrientes, todos los partidos, todas las tendencias, los militantes de base, los más dirigentes, los representantes, los grandes, los jóvenes, los amigos, los familiares, compañeros de cursada; habla de las cosas lindas que hay en el mundo, habla del amor, de todos los tipos de amor, habla del amor revolucionario, habla de que es impresionante porque los competidores entre comillas, de Ale, sus adversarios políticos lo tenían allá arriba y nos ayudan a procesar esto, y es tan grande que para un pibe tan gigante, hasta sus adversarios de toda su época lo reconozcan y tengan estas palabras de dolor pero de consuelo.

Y me quería tomar un minuto para agradecer eso porque eso nos abraza, eso nos une, eran un montón, esperamos haber hecho justicia con todos, es difícil hacer esto y organizar esto.

A mí me toca hablar como parte de este partido que Ale construyó, pero también como compañera de la juventud que Ale construyó.

Mi anécdota hoy es una cosa que él me enseñó. A veces todos pasamos por dolor, por dudas, no es fácil querer cambiar el mundo todos los días, nosotros somos todos muy jóvenes, a mí me tocó en esa época tener mis dudas, mi dolor, y una compañera más grande me dijo “andá a militar a secundarios”, y me fui a militar a secundarios un tiempito, a reunirme con todos esos pibes, a comer un poco esos panes caseros, y tener esas charlas y estar en estas escalinatas, hacer reuniones en esa plaza, ir al campo de deportes y estar en algunos ranchos un poquitito. Estaba dolida y esos pibes de 15 años, de 16 años, a mí me dieron perspectiva, me dieron sentido, y lo voy a poner en estas palabras: a mí me ayudaron a lo que fue mi experiencia personal militante como piba, como persona, como revolucionaria, ayudarme a los 25 sentir que resurgía como el ave fénix y a darme un sentido de que nada me iba a parar nunca, y una fuerza, y eso es lo que siento hoy y es lo que tengo para ustedes hoy, esa fuerza de la que esos pibes, con Ale en el centro de todo, le ayudaron a esta grandulona a tener y a estar acá y a dar batallas con ustedes y por ustedes. Y él es esa huella en mi vida, y en la de todos estos jóvenes. Para nosotros como jóvenes hablamos de nuestra historia que es una micro historia, es una pequeña historia de 8 o 10 años, que la historia más general es tan chiquita, pero para nosotros es tan significativa, tan profunda y tan grande y por eso está bueno y les digo, les confieso que obvio, tengo el dolor que tienen muchos de ustedes, y también tengo enojo, por muchas cosas, pero porque lo quería más cerca y lo quería en todo el trayecto.

Y hoy a la mañana leyendo todo ese amor revolucionario que llega de todos los continentes, y los países y en muchos idiomas, y había compañeras traduciendo y compañeros y fue hermoso. Hoy pude entender una cosa que es muy importante y la quiero compartir con ustedes, que me deja Ale. Que es que Ale y todos nosotros acá y los que no están acá, pero están acá, somos todos parte de algo hermoso y mucho más grande, que cuando vos entregás tu corazón, tu presente y tu vida, a una causa colectiva, cuando le entregás a la emancipación de la humanidad una humanidad que no conocés y conocés, vos no morís nunca, entonces yo siento que los socialistas no mueren, que Ale no muere, que Ale está vivo y va a seguir vivo, cada vez que haya una bandera roja, un puño en alto, un pibe que se organice, una piba que se haga feminista, un pibe que lo lea, un pibe que se solidarice con un pibe y una piba negra, con un inmigrante, con alguien de otra nacionalidad, con alguien que le discuta a otro sus ideas y que haya alguien que escuche, con alguien que abrace, con alguien que ame.

Yo siento que hoy tenemos que saber que no hay lugar a dudas que amarlo a Ale es amar su causa, que es ese quien era, como todos los compañeros y amigos decían una sola cosa, con todo eso adentro, y nosotros hoy acá tenemos el deber como jóvenes de madurar un poco más, de entender todo lo que está en juego, todo lo profundo de entregarse, darle la espalda a las dudas, al miedo, levantar la frente y el puño y luchar, y luchar, y luchar, porque el mundo es hermoso, así con sus imperfecciones, como lo amaba Ale, y porque nos da un lugar, nos da espacios para transformarlo, y eso es la juventud y eso es la juventud de Ale, esa lucha de transformarlo todo, de criticarlo todo, de cuestionar todo, de ser amoroso, de ser claro. Así que no tengo mejor manera que decir compañero, amigo, Ale B, ¡presente, ahora y siempre! ¡Y hasta el socialismo! Porque no vamos a dejar de quererlo y construirlo para que vos sigas vivo. Muchas gracias.

Intervención de Roberto Sáenz

“Ale encarna a las nuevas generaciones comprometidas con transformar el mundo”

Buenas tardes a todos. En realidad pensaba no hablar mucho, lo pensaba como un acto de las nuevas generaciones y todo el partido, la juventud. Lo pensaba como un acto como fue, donde cada uno de los compañeros de la juventud, de todas las regionales del partido, e incluso simpatizantes, amigos, adversarios, jóvenes, etc., sean los protagonistas de esta experiencia, de este acto. Un poco encarnando en Ale con sus 25, 26 años, a las nuevas generaciones, y a las nuevas generaciones militantes, a las nuevas generaciones socialistas, a las nuevas generaciones comprometidas con transformar el mundo, con emanciparlo, con liberarlo de la explotación y la opresión, con emancipar a la clase obrera, con acabar con el capitalismo. Y que un poco Ale y todos ustedes, todos los que están en el partido, son un poco eso.

Después también, la familia. Es impresionante, compañeras, compañeros, lo están viendo ustedes en vivo y en directo. Es una familia hermosa, la mamá, el papá, no es común, compañeros, compañeras, jóvenes, no es común, que una familia así, con ese compromiso, bueno, también en serio que parece una madera, una veta en común con lo que era Ale, porque está bien, Ale se formó, se forjó en el partido, en la corriente, puede ser pedante, pero forjó una cosa que es mucho más grande que es la tradición por el socialismo revolucionario en general, que transmitía por la vía de esta corriente, pero también se forjó con su mamá, con su papá y con sus hermanos, con su familia, y con todos los compañeros y compañeras de estudio en este colegio, como tantos otros jóvenes en este partido, se forjan en sus propias experiencias, en sus colegios, sus facultades.

No quería extenderme demasiado para no abusar de las circunstancias, no robarle protagonismo a los pibes, a los familiares, que aparte se han expresado de manera comunista, esa es la verdad, socialista, comunista, se han expresado de esa manera. Después hay una segunda cosa que se me acaba de ocurrir, además de que un poco por todas las expresiones, las cosas políticas, las cosas de la vida juvenil, las palabras de Laski, The Clash, esa canción no la conozco, nunca escuché mucho The Clash, soy más de la época de Pink Floyd, Led Zeppelin, todo eso, pero bueno acá hubo como un display de toda la juventud, hubo como un recorte, capas que hay mucho matices entre la juventud estudiantil, hay juventud también obrera, trabajadora, sabemos que hay muchos matices pero hubo como un display, hubo una especie de expresión de eso, pero lo que me quedó que es muy loco, y que tiene que ver con una faceta de Ale, tiene que ver con sus potencialidades, también tiene que ver con su aprendizaje, también tiene que ver con aspectos débiles, con dificultades, etc.; pero lo que me quedó de la impronta de Ale y de la impronta del acto es el carácter constructivo, positivo. Constructivo en el sentido de la construcción y la locura de que Ale, que es un hecho, con sus 26 años entra a formar parte de la tradición de esta corriente socialista revolucionaria en otro contexto y en otras condiciones, pero de alguna manera como representante directo de la juventud partidaria y de la corriente. No murió en un evento de la lucha de clases, no fue así, no vamos a decir cosas que no son, no fue desde ese punto de vista de un fallecimiento particularmente heroico, etc. Pero sí, en Ale se ve mucho de esta corriente que es joven, que tiene alguna gente grande pero que de alguna manera impulsa y depende de la asunción de responsabilidades de compañeros muy jóvenes que asumen responsabilidades que le quedan grandes, y es que Ale fue a parar a un puesto de frontera de la corriente, porque falta, todavía nos queda muy grande y es un puesto de frontera. Y muchos de ustedes, muchas y muchos de ustedes están en puestos de fronteras en el sentido zona, fábrica, regionales, equipos, etc. Y me parece que desde ese punto de vista, Ale es representativo de eso, tiene ese inmenso valor, y bueno, al mismo tiempo, representa el inmenso valor que tienen todas las nuevas generaciones partidarias para este partido. Porque este partido, esta corriente, es una corriente juvenil todavía y depende muchísimo de su juventud, de Ale y de todos ustedes, y que en todo caso, el dolor, porque también es un acto de dolor y alegría, es una cosa loca, es la dialéctica, alguien hablaba de dialéctica en los cursos con Ale y todo, pero el dolor y la alegría que tenemos simultáneamente, llanto y risa, digamos, pero bueno así también es la vida de los revolucionarios. Lo de Transformar, me parece que estuvo muy bien dicho por la mamá, yo también vi muchas madres que iban con las pibas, con los pibes a las marchas acompañando, en la columna de Las Rojas por ejemplo, y las pibas estaban en el medio y la mamá estaba al costado, acompañaba, bueno acá la mamá dice “quiero marchar por el centro”. Y bueno es muy loco, Mónica, porque también está ese tema loco, de la experiencia de los militantes, aunque esta experiencia no es igual, porque no estamos en los 70s, pero muchas madres fueron también dialécticamente madres e hijas de sus hijos, en una etapa histórica que no es la misma, que no es tan radicalizada, donde nuestra tarea es más preparatoria. Vos sos la mamá de un pibe extraordinario, un cuadro extraordinario, que era un pibe capaz, extraordinariamente capaz, y muy sensible. Esas cosas van juntas muchas veces, y también un poco desde el punto de vista político quizás, entre comillas, vas a ser la hija de Ale. Así que nada, agradecer la presencia a la familia, al hermano, a la hermana, a la mamá, a Humberto que no pudo venir, pero que tiene la misma calidez que Mónica, y en nombre de la dirección de este partido y haciendo también responsables de los éxitos y también de los dolores de este partido y de esta corriente, les agradezco la presencia a todos. Los quiero mucho.

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Homenaje a Ale B. en la universidad de Nanterre

 

La imagen puede contener: una o varias personas, personas de pie, árbol, planta y exterior

Alejandro: “En nuestras memorias y en nuestras luchas.”

Por Carla Tog y Santiago Ruiz, SoB Europa, 26/6/17

Esta tarde hemos estado presentes en la universidad de Nanterre junto a amigos, compañeros de estudio, camaradas militantes del NPA y de Solidair.e.s Étudiant.e.s, compañeros de trabajo, colegas, profesores y trabajadores de la universidad. Más de un centenar de personas se acercó hasta el lugar de la cita, enfrente del edificio D, sede de la facultad de Sociología, donde nuestro compañero Ale cursó sus estudios superiores en esta disciplina.

Desde el momento de nuestra llegada al campus, fuimos sorprendidos por la cantidad de gente que estaba enterada de la noticia, que lo conocía desde hace tiempo y que lamentaba la pérdida de nuestro compañero. Todo el mundo compartía el sentimiento de haber perdido a un ser querido, a un amigo próximo, a alguien que veían todos los días. Hasta al momento de tomarnos un café, la trabajadora de la cafetería rompió en llanto al saber que éramos amigos y compañeros de Ale.

Al mismo tiempo, es realmente digno de destacar la solidaridad y la predisposición mostrada por los compañeros del NPA y del sindicato estudiantil Solidair.e.s, que estuvieron a cargo de organizar un verdadero homenaje a nuestro compañero revolucionario. En este acto primó un verdadero espíritu de camaradería colectiva, en donde cada uno se ofrecía para encargarse entre todos de algún aspecto de la organización.

La multitud allí reunida se juntó alrededor de una hermosa bandera diseñada y pintada por los compañeros y compañeras de Nanterre que llevaba como lema: “Alejandro: en nuestras memorias y en nuestras luchas. ¡Hasta el socialismo siempre!”, delante de la cual los distintos oradores fueron tomando el micrófono para decir sus palabras de homenaje. Los compañeros hasta tuvieron el detalle de darle un toque personal a la bandera, eligiendo el color violeta para el nombre de Alejandro, a causa de un buzo con el que lo identificaban a menudo.

Al momento de tomar la palabra, los compañeros de la Corriente Internacional Socialismo o Barbarie, comenzamos agradeciendo la presencia de todos los allí convocados, muestra para nosotros de todo lo que Ale nos deja como legado, un legado enorme que ni él mismo se imaginaba generar. En Ale y en la juventud presente, reivindicamos a toda la nueva generación militante que lucha día a día por cambiar este sistema de explotación que es el capitalismo. Una nueva generación a la que pertenece nuestro compañero, que con tan solo veinte años atravesó el océano, plenamente convencido de su proyecto militante socialista y revolucionario, causa por la que luchó hasta el último de sus días.

Luego fue el turno de los compañeros de militancia de Ale, que leyeron un comunicado por el comité del NPA Nanterre, destacando sobre todo su aporte en las luchas contra la ley de trabajo y en las experiencias de lucha junto a los trabajadores ferroviarios. Por parte del sindicato estudiantil, los compañeros hicieron alusión a la faceta de Ale como estudiante experimentado, siempre dispuesto a ayudar a los nuevos alumnos, a través de sus tutorías de Sociología. También  participaron sus profesoras, que elogiaron la capacidad y el compromiso de Ale con el trabajo académico. Una de ellas dijo, entre risas, que en sus clases de las tardes, siempre había alguna ocasión en la que Ale convocaba a luchar en las calles y a derribar el capitalismo. Sus colegas de trabajo brindaron también un homenaje muy emotivo, demostrando un trato muy afectivo para nuestro compañero. Una gran cantidad de amigos y compañeros también se acercaron a dedicarle algunas palabras para completar el homenaje. Además, entre los presentes se realizó una colecta que será de gran utilidad para ayudar a solventar algunos gastos de traslados y trámites administrativos.

Decidimos terminar el acto de la manera en la que se debe honrar la partida de un compañero revolucionario: cantando la Internacional. Acto seguido, nos reunimos todos alrededor de la bandera para tomarnos juntos una foto con el fondo de color de humo rojo que prepararon los compañeros. Más tarde, hubo también un momento fraternal para compartir un almuerzo y recordar a Ale de la mejor manera. Esto es, manteniendo la alegría, recordando los buenos momentos vividos juntos y reivindicando la lucha que dio durante toda su vida. La lucha por una sociedad diferente, que cambie de raíz el sistema capitalista, en la construcción del socialismo. Ale va a estar presente siempre, en todos nuestros recuerdos, en cada una de nuestras memorias y en cada una de las luchas que llevemos a cabo de ahora en más. Compañero, Ale, ya sos nuestra bandera y vamos a pelear hasta el final. ¡Hasta el socialismo siempre!

Homenajes de otros compañeros y organizaciones  

 

Celso (Fraction l’Etincelle)

“Esta guerra feliz no será la misma sin vos”

Ale, militante de una Internacional que no tiene nombre, compañero sin fronteras, amigo de discusiones sinceras y acaloradas, faltará en las reuniones por venir. No compartiremos más sus comidas simples, hechas con nada, ni sus risas cristalinas para reírnos de nosotros mismos ante la inmensidad de la tarea: no evocaremos más esos libros que debíamos escribir, esos que nos hacían sentir ínfimos, ni las preguntas acuciantes para nuestra clase, y todas las cosas hermosas de la vida que amabas tanto. Los amores imperfectos, los desastres anunciados, y las promesas lejanas de victorias nunca impidieron tu fuerza. Esta guerra feliz, este camino contra la corriente y el tiempo ya no será el mismo sin vos. No puedo aceptar el hecho de tu brutal desaparición: mi tristeza, mi bronca, hacen desaparecer la razón.Y la dialéctica, los planes de organización, de trabajo, de implantación no me sirven para nada. Siempre tuve el eco constante y claro de tu voz en la cabeza, lo mismo que tus silencios cuando te acercabas a las ideas de otros. Apasionado, riguroso, y un poco desobediente, te plantás frente a nosotros todavía vivo y aún no como un recuerdo.Nos conocimos hace tres años, y con una discusión de dos horas la complicidad era evidente desde el principio: tu cultura era especial e inmensa por su calidad, pasando de debates tácticos, a las luchas obreras en Argentina – sin esconder ninguna de las dificultades y resaltando los problemas-, lejos del triunfalismo tan común en nuestras filas, hasta los problemas sobre el fracaso de la Revolución de Octubre, donde encontramos sorprendentes coincidencias.Las experiencias de la corriente Socialismo o Barbarie relanzada con casi nada, las (e)lecciones de clase sobre el terreno militante y teórico, del compromiso alrededor de la experiencia de Las Rojas, que descubrimos con mis compañeros ese fin de semana de la feria de Lutte Ouvriere de este año, que hoy parece una eternidad. Yo amaba ese choque de culturas y de prácticas entre nosotros, que veníamos de corrientes del trotskismo tan cercanas y tan lejanas a la vez. No por amor a esas discusiones sin desafíos que vos despreciabas tanto, sino por las que dejaban ver un futuro posible. Esta exigencia no morirá con tu partida. Vos eras el que fuiste gracias a tu familia, a tus compañeros del Nuevo MAS, que supieron revelar lo mejor de vos mismo: y nosotros tuvimos la suerte inmensa de haberte conocido, a vos que supiste bien seguido trastocar nuestras certezas, animar nuestras esperanzas en momentos de grandes dudas.Te digo hasta pronto Alejandro, y no adiós. Te voy a reencontrar, hermano, en las palabras, las miradas y las luchas de esos jóvenes de Shangai, Nueva York, de Córdoba y de los barrios sin nombre de Lagos o de Téhéran. En sus risas y en sus dudas, ellos tendrán tu alegría de vivir, tu humor, tu paciencia y tu energía. Lo mejor de vos vivirá en nosotros, sin concesiones y sin amargura, y vas a estar ahí en el momento en que la vida se acelere, los años se conviertan en días, y los días en segundos, en el nacimiento de un Mundo Nuevo.


El comité NPA de la Universidad de Nanterre.

“Nos aportó muchísimo en el plano político y humano”

Es con tremendo pesar que nos enteramos del fallecimiento, la mañana del martes 20 de junio, de nuestro compañero Alejandro, militante de la juventud del NPA desde 2013 dentro del comité de la Universidad de Nanterre.Alejandro era un militante activo y convencido, consagrado a la causa revolucionaria. Forjado en su experiencia en Argentina, enriqueció nuestra actividad con sus conocimientos, su convicción y su motivación sin falla.Alejandro estuvo particularmente implicado en la movilización contra la Reforma Laboral del año pasado. Participó a tiempo completo en la construcción de la lucha del movimiento estudiantil y su alianza con los sectores obreros, dotado de una convicción absoluta en la lucha de clases.Por su militancia estudiantil, jugó un papel motor en la masificación del movimiento. Sin embargo, la creciente represión y el Estado de urgencia lo obligaron a no poder participar puntualmente en algunas manifestaciones por su situación como estudiante extranjero. Estos obstáculos no lograron frenar su determinación y entusiasmo.Alejandro fue un camarada benévolo, siempre listo a dar una mano. Fue el militante que, un día de movilización donde la lluvia parisina no nos perdonó, se vino con cantidades de medias secas. Su generosidad y bondad hicieron de él alguien particularmente apreciado por todos los que lo conocían, los estudiantes al igual que los trabajadores de la universidad y también dentro del NPA.Sus convicciones políticas se expresaban en sus exitosos estudios. Así dedicó sus investigaciones universitarias al NPA y al Nuevo MAS.Además de sus capacidades como militante, Alejandro fue una persona atenta, graciosa y siempre sonriente, buscando a transmitir su buen humor a su entorno.Nos aportó muchísimo, ya sea en el plano político como en lo humano, lo que hace su pérdida todavía más dolorosa.Un homenaje a Alejandro será organizado el lunes a la 1 p.m. en la Universidad en conjunto con sus amigos, compañeros de lucha y profesores.Alejandro quedará para siempre en nuestra memoria y en nuestras luchas.Presentamos todas nuestras condolencias a su familia y a sus allegados.


Solidaires étudiant-e-s Nanterre, 21 de junio de 2017

A nuestro compañero Alejandro

Esta mañana hemos tenido la noticia del fallecimiento de nuestro camarada y amigo   Alejandro, debido a un accidente doméstico que tuvo lugar la madrugada anterior.Llegado de Argentina y armado de fuertes convicciones, Alejandro se inscribió en sociología en la Universidad de Nanterre, una disciplina en la que sacaba brillantes resultados: acababa de terminar su master.Muchos y muchas de nosotros hemos tenido el placer de militar a su lado desde 2013, formaba parte de aquellos que permitieron a nuestro sindicato renacer en la Universidad de Nanterre, tener representantes en los consejos universitarios, y obtener un local sindical que nos permite ayudar día a día a varias decenas de estudiantes cada año.Sindicalista, comunista, revolucionario, Alejandro luchaba por los derechos de las y los estudiantes, por una universidad crítica, gratuita y para el pueblo. Militaba también por el mantenimiento de los servicios públicos, por los derechos de las mujeres, por la solidaridad internacional, contra las violencias policiales.Él afirmaba la necesidad de la lucha de los oprimidos frente a la explotación que ellos y ellas sufren día a día, la necesidad de la huelga general, de una sociedad más justa que fuese gestionada por aquellos y aquellas que la hacen funcionar.A pesar de su compromiso, conseguía tiempo libre para otra de sus pasiones en la cual era igual de brillante: la música.Desde que supimos de su fallecimiento, varios y varias estudiantes nos han trasmitido algunos recuerdos que tenían de él: en la biblioteca de sociología universitaria en la que trabajaba, se ponía a menudo a servicio de los y las estudiantes, ofreciéndoles su ayuda. Sus compañeros de trabajo igualmente nos han hablado de su implicación en su trabajo tanto como en el activismo y en sus estudios, dos cosas que conseguía compaginar.El recuerdo que guardaremos es el de un amigo y un camarada. Compartimos la pena de su familia, sus amigos, sus amigas y sus camaradas de Francia, Argentina y otras partes del mundo, a quienes dirigimos nuestras condolencias.¡Hasta la victoria siempre compañero!


Saludos de estudiantes franceses

BenJ Amin. Triste noticia… El azar hizo que nos encontráramos en las mismas materias y pasillos  en la facu, y además que vivas con uno de mis amigos más cercanos durante un tiempo y es eso lo que nos acercó un poco. Eras comprometido políticamente, sólo hablábamos de vez en cuando de política, yo era más bien tirado a odiar los sindicatos y los partidos políticos, vos militabas en el NPA… ¡Mierda! Tendríamos que habernos esforzado por discutir a pesar de enredarnos, eso nos hubiera dado más recuerdos… Descansa en paz.

Barth Studykovitch‎ !Lamentablemente mi único recuerdo fotografiado con Ale fue en plena lucha contra la Ley de reforma laboral.  Siempre serás un compañero fantástico, siempre tuviste toda la facha hasta sin esos pelos largos que no llegué a conocer.  Voy a recordarte como un compañero convencido, siempre listo para la lucha, entregado a la causa revolucionaria. Voy a recordar las numerosas diferencias en Nanterre y Maupassant, y las excelentes discusiones, lo que aprendí de vos. Te conocí poco pero quedarás para mí como un compañero muy simpático, siempre dispuesto a discutir y atento.  Te nos fuiste ayer, pero tu fuerza militante y tu convicción quedaran grabadas en Nanterre. Siempre estarás presente en nuestras luchas y nuestros corazones, compañero!‎

Nathan Phétamine‎à .Para Alejandro Vinet, un amigo y un compañero entregado/dedicado.Eras de esas personas que uno tiene la suerte de conocer en la vida, y que nos ayuda a ir para adelante.  Aunque sólo te conocí  de unas pocas veces, descubrí en vos un ser remarcable, acogedor y solidario. Tu muerte es injusta, te llevó en la flor de la edad y nos arrancó a un ser querido, humilde, de una generosidad y una paciencia remarcables. Ale era alguien a quien admirar; de una profundidad sincera y humana. Era un estudiante brillante, discreto pero sobre todo abierto a otros y al mundo que lo rodeaba. Venía de obtener su Master con las felicitaciones del jurado. Me voy a acordar de Ale, por la fuerza de sus convicciones, que supo llevar con él a través del Atlántico para darles vida acá en Nanterre. También me voy a acordar de vos por tu  inagotable generosidad. Vos estabas siempre ahí para ayudar a los que lo necesitaban. Siempre dabas lo mejor de vos para ayudar a las personas que te rodeaban. Yo nunca hubiera tenido la suerte de ir a estudiar a Argentina sin tu ayuda, tus consejos sabios y  tu apoyo.  Mi testimonio no es más que un ejemplo dentro de la multitud de personas que supiste ayudar.  Nos harás falta siempre a los que tuvimos la suerte de conocerte y de contarte entre nuestros amigos.Para Ale, un amigo y un compañero entregado/dedicado.


Homenajes de la Corriente Internacional Socialismo o Barbarie a Ale B

Carla Tog, desde Paris, 22 de junio

“Hoy París se siente un poco raro sin él”

Hola a todos queridos compañeros, compañeros del partido, de la juventud, amigos. Un abrazo enorme a la familia de Ale, un abrazo enorme a la mamá, al papá, a los hermanos. La verdad es que poner en palabras escritas todo lo que hoy sentimos con respecto a esta gran pérdida me resulta imposible, e intentaré trasmitirles que los que estuvimos acá y estamos acá en París y vivimos los últimos días con Ale, decirles que París hoy está nublado, hoy París se siente un poco raro sin él, pero también se nota que está. París lo tiene a Ale en todos los mensajes y los llamados que nos han hecho llegar desde aquí, desde el NPA, de las corrientes, de la Universidad donde trabajaba, desde el sindicato estudiantil que el ayudó a formar y a poner en marcha, amigos. Todo el mundo muy consternado, muy emocionado, y sin poder creerlo, como son estas cosas. Es un hecho más que evidente y objetivo que el legado que dejó Ale es muy grande y muy profundo. Muy grande como era él, y como siempre le decía y de alguna manera lo bauticé, era y es un “petit monsieur”, un niño grande y un gran niño a la vez, una excelente persona, un compañero espectacular, y un camarada irremplazable, como todos, pero que supo tomar la tarea de la revolución en sus manos, y de la construcción del partido y la corriente.

No sé qué más decirles, solo que me siento más que identificada en todas las palabras y en todo lo que se ha escrito y dicho sobre él, y eso es una realidad que se siente acá también. Así que ahora vamos a brindar por él a orillas del Sena, vamos a levantar los puños, lo vamos a llorar, lo vamos a recordar, pero va a ser nuestro impulso y nuestro motor desde mañana mismo para redoblar las fuerzas y seguir en este camino emocionante y apasionante que es cambiar este mundo de porquería.

Les vuelvo a mandar un abrazo a todos. Acá estamos dolidos, pero firmes. Firmes en la tarea, siguiendo, por él, por nosotros, y por la revolución socialista.

Un abrazo a todos compañeros, los quiero mucho, puño en alto, y cuando canten la Internacional, la vamos a sentir desde acá.

Te quiero mucho Ale, te quiero mucho “petit”, y nos vemos siempre.

Un abrazo a todos.


Flor Kessler- SoB Francia

“Las luchas y las calles de Paris me harán recordarte siempre”

Ale, todavía no le extraño porque no puedo creer lo que pasó. Aun creo que nos encontraremos de nuevo en París para analizar la situación política, discutir tareas, riéndonos en un café, tirar un volante en el local, manifestar o algo así.

Me enseñaste mucho a pesar de que podría ser tu madre, a no ser sectaria, a escuchar a todos, a tratar de tomar todos los elementos de una situación. Eras la persona menos sectaria que he conocido. Diríase que no te tocaba la cerrazón de algunos, que querías a todos los de tu campo. Dominabas muy bien los detalles de la política y la sociedad francesas. Eras paciente, muy humilde  y trabajador.  Tenías abierto un futuro como militante y como teórico.  Y siempre extremadamente responsable, serio y respetuoso, aguantando esos fastidiosos veranos parisienes, incluso cuando todos se iban,  con ese calor canicular insoportable, días asfixiantes que son cada vez más frecuentes. Te fuiste en uno de esos días tan duros…

Tengo este dolor en el pecho ahora. Pienso en tus padres y en tu hermana que conozco, les acompaño en su tristeza. Seguiremos militando, por ti y por todos los seres buenos que quieren cambiar este mundo. No te olvidaré, las luchas y las calles de Paris me harán recordarte siempre.


Santiago Ruiz, SoB Francia, París, 21/06/17.

A Ale, amigo y compañero

Hay un escritor que dijo que la poesía es emoción concentrada, que los poetas tienen la capacidad de retener una emoción y largarla para afuera en otro momento. Porque al calor de la emoción no se escribe, no se puede pensar, al calor de la emoción somos puro sentimiento y las ideas se nos confunden.

Esbozando estas líneas me pasa esto, porque yo soy probablemente el último tipo con el que Ale habló en su vida. Porque estuvimos juntos en sus últimos momentos. Porque hace dos semanas teníamos alegría y euforia y proyectos y sentíamos que nos comíamos el mundo y hoy nos toca esto.

No sé si está bien o mal lo que digo en este momento, disculpen si no estoy a la altura. Quiero permitirme rendirle homenaje al tipo que se animó a escribir en la hoja en blanco, a ser el protagonista, a cometer la locura, la aventura, el sueño, de arriesgar todo en este país extraño y en esta ciudad enorme.

Yo vine a Francia porque quise, pero a París, solo porque estaba Ale. Me importaba más hablar con él en un café, que ir a hacer cosas de turista. Y lo digo en serio. Quiero reivindicar a un amigo, a un compañero, a alguien que me marca y no pasa así nomás por mi vida. Quiero reivindicar un espejo, un modelo, porque yo también quiero ser un poco como él.

Si hay algo que puedo hacer para mitigar el dolor de todos sus seres queridos en medio de esta tragedia, es decirles que la respuesta es impresionante. Mi celular está todo el día sonando y no paro de recibir mensajes de aliento, de fuerza, de compañeros, amigos, de gente que se acerca a ofrecer una mano, a rendirle un homenaje. Gente de distintos lugares del mapa, que aun sin conocerse, comparte el mismo sentimiento. Los abrazo a todos a la distancia y sobre todo le mando un cariño muy especial a su mamá y a toda su familia. Estoy a su disposición para lo que necesiten.

Quiero cerrar con sus propias palabras: “ya elegimos la trinchera y vamos a pelear hasta el final”. Y por supuesto que vamos a pelear hasta el final. Y al lado tuyo. Porque ya sos nuestra bandera, Ale. Y porque vos estás acá, con nosotros, presente. Ahora. Y siempre.


José Roberto- SoB Brasil,21/06/2017.

Ale B. vive en el internacionalismo proletario!

En tiempos en que la juventud en general y la obrera en particular salen a las calles contra la opresión capitalista y en busca de referencias, perdidas principalmente a partir de la caída del muro de Berlín, es triste lamentar la partida de un joven compañero trotskista; de un joven con enorme pasión comunista.

Con enorme dolor en el corazón, estamos obligados a informar de la pérdida de Alejandro Vinet, nuestro compañero Ale B., en Francia, donde nos ayudaba en la construcción de la Corriente Internacional Socialismo o Barbarie en Europa.

Gran líder estudiantil en los tiempos de secundaria en el Colegio Nacional de Buenos Aires, se forjó en la lucha entre los jóvenes un hermoso cuadro juvenil del Nuevo MAS y de SoB, que por su pasión revolucionaria, al tiempo de las rebeliones populares y juveniles que se extendieron por el hemisferio norte a partir de la primavera árabe, se presentó para llevar a su disposición de lucha y construcción en Francia, donde completaba el máster.

En los últimos años Ale B., plantó la semilla que ya comenzaba a germinar del núcleo inicial de SoB Europa, secundado por dos otras valerosas compañeras, por su intensa militancia y participación activa en los movimientos juveniles que sacuden a Francia de tiempo en tiempo y dentro de la universidad.

Además de la pérdida personal que mucho nos entristece, sabemos que Ale B. deja una laguna en el internacionalismo proletario aprendido en las filas del Nuevo MAS y, apasionadamente, abrazado por él. Lo tomamos en ese momento, por su juventud y militancia, como ejemplo y pérdida mayor de la marca internacionalista del socialismo revolucionario.

No cabe un adiós: Ale B., persona y ejemplo, vivirá e impulsará el recrudecimiento de nuestra voluntad de lucha y, con certeza, nos encontraremos en la victoria final.

Ale B. presente!

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Socialismo o Barbarie Honduras

Saludo a un invaluable revolucionario Internacional

El pasado 20 nos llegaban noticias abrumadoras respecto a uno de los compañeros jóvenes de nuestra Corriente, Alejandro Bustamante había muerto en Francia. Ale, como cariñosamente se le decía,  creyó en el proyecto socialista de emancipación de los trabajadores,  desde su temprana juventud, puesto que participó en secundaria construyendo la agrupación Tinta Roja,  creyó en el internacionalismo proletario y es por ello que desde hace algunos años se ofreció a construir Socialismo o Barbarie Francia,  tarea que emprendió con mucho entusiasmo y con la fiel creencia que los oprimidos tenemos otra alternativa diferente a la que nos plantea la actual crisis.

Sobre Ale se pueden decir muchas cosas y es que él era el reflejo de esa nueva juventud qué se rebela contra el capital, alguien que construye, que milita, que se la juega por el partido, era de esos que le inyectaba alegría, que motivaba a seguir su ritmo, sus pasos, alguien muy dedicado a todo lo que hacía.

Desde Socialismo o Barbarie Honduras extendemos un revolucionario y caluroso abrazo a nuestra Corriente, en especial a sus familiares y los compañeros de militancia.  Esta es una pérdida irreparable, increíble y dolorosa, que la estamos sintiendo todos.  Pero sabemos que no hay mayor homenaje que seguir militando y construyendo el partido y la Corriente que aspiramos ser.  Como diría Ale en una ocasión “les invitamos a militar no en el partido qué somos, sino en el partido qué seremos”.

Compañero Alejandro Bustamante ¡Presente!

¡Hasta el Socialismo siempre!

Comité Ejecutivo. El Progreso, Yoro, Honduras. 21 de junio

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Nuevo Partido Socialista, Costa Rica

¡Compañero Ale B., presente, ahora y siempre!

Desde el NPS externamos nuestro más sentido pésame por el fallecimiento de Ale B. a su familia, amigos y compañeros del Nuevo MAS.

Perder a un compañero de lucha es una sensación muy desgarradora, pero lo es aún más aún cuando se trata de una persona sumamente joven y capaz, con toda una vida por delante para dedicar a la militancia revolucionaria.

Varios compañeros y compañeras del NPS tuvimos la dicha de tratarlo personalmente en el marco de las conferencias internacionales de SoB. Ale destacaba por su inteligencia y capacidad de análisis político, así como por su cálido trato con todos los miembros de las delegaciones de otros países.

En varias ocasiones nos invitó a su casa para realizar el “asado de SoB” y conocimos a sus familiares, en quienes pudimos palpar la misma calidez humana que caracterizaba a Ale. También era una especie de “tradición” que, al final de cada sesión de trabajo en la conferencia, realizáramos caminatas por la ciudad, donde entre bromas y discusiones políticas, forjamos una sincera relación internacionalista, de esas donde en pocos días se construyen lazos de fraternidad y confianza indestructibles.

Por este motivo, nos impactó muchísimo la noticia de su fallecimiento, algo totalmente inesperado. Un gran dolor nos embarga, el cual es difícil de expresar en palabras. Sin duda este pesar continuará por muchas semanas más y nunca vamos a dejar de extrañar su presencia, como amigo y compañero de lucha.

Pero al mismo tiempo proseguiremos con la apasionante lucha por un mundo socialista libre de toda forma de explotación y opresión, proyecto al cual Ale estaba dedicado. Esa será nuestra mejor forma de recordarlo, redoblando esfuerzos por construir la Corriente SoB.

¡Compañero Ale B., presente, ahora y siempre!

Víctor Artavia

Por el Comité Central del NPS

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Los compañeros de Juventud Capital despedimos un compañero, un amigo y un referente

Ale Bustamante: hasta el socialismo siempre

Es uno de los desafíos más grandes que se puede enfrentar, tratar de transmitirles todo lo que fue Alejandro Bustamante para cada uno de sus compañeras y compañeros de nuestra regional y del partido. Pero en este momento triste, hace falta intentar transmitir algunas de las cosas que él nos supo aportar.

Para toda una generación de militantes partidarios, Ale fue un referente gigante. Estamos hablando del año 2009 y los posteriores en secundarios y luego en la UBA en la Facultad de Ciencias Sociales.

Los que militamos con él en el equipo de Secundarios, ahora somos conscientes de que pasaron ya 8 años y tanto él como cualquiera de nosotros no éramos más que unos nenes de entre 15 y 18 años.

Sin embargo, nos apasionamos por la construcción de una agrupación que peleara hasta el final, que no entregara las luchas. Una agrupación combativa. También feminista y revolucionaria. Y luego por un partido rojo que le hiciera honor a nuestra combatividad juvenil.

Ahora, entre esos nenes que se dieron a esa tarea, había uno que tenía algo distinto. Le interesaba la política, la teoría. Era un obsesivo con la construcción partidaria. Ale nos tiraba para adelante, para salir a pelear en las asambleas, para salir a organizar al activismo, para enfrentar al gobierno y para construir el partido. Todo en la misma conversación a veces.

Con la paciencia de los optimistas y con la alegría de los convencidos, te explicaba cómo vender un periódico, qué argumento iba a ser el más preciso para usar en una asamblea. También te discutía hasta la muerte que si vos eras un revolucionario y querías cambiarlo todo no te podías quedar libre del secundario ni repetir. Y si te descuidabas, se instalaba en tu casa hasta que aprobaras las materias, como le sucedió a más de uno.

Ale tenía una sensibilidad fuera de serie y lo demostraba todos los días. Tenía interés por la música, por el estudio, por la revolución. Y temblaba de indignación cada vez que se cometía una injusticia en el mundo. Era marxista porque quería con pasión a la humanidad y odiaba con firmeza la injusticia. Y siendo un adolescente iniciaba discusiones tanto sobre la situación en el colegio, el golpe de Estado en Honduras o incluso sobre el amor y sobre el tiempo libre que tendrá la humanidad en el socialismo para dedicarse a ser feliz. Cualquier pibe que se acercaba a nuestra agrupación o al partido, comprendía que los troskos esos que hablaban de la lucha todo el día también peleaban por transformarlo todo, para toda la humanidad.

Preguntar a los compañeros de esa camada sobre lo que Ale dejó, lleva a una conversación interminable, a una serie de anécdotas que nunca dejan de surgir. ¿Cómo puede ser si Ale no militó en la Argentina más de 4 años?

Primero, porque fue un gran amigo, un gran compañero y un excelente ranchero. Cualquiera que se sentara con Ale un rato en las escalinatas del colegio se iba a llevar un par de risas, dos o tres recomendaciones musicales, y muy probablemente el último número del periódico Socialismo o Barbarie.

Segundo, porque las cosas que transmitió Ale fueron con tanta pasión, entusiasmo, consecuencia y dedicación, que nos quedaron impregnadas en el cuerpo. Y eso es lo más importante: cuando una persona dedica tanto tiempo a la transformación de la humanidad y para eso dedica también, tanta energía a cada compañero para que pueda avanzar, ese compañero es parte de la fuerza de todos los que tiramos para donde él también quería llegar.

Te vamos a sentir presente en cada tirón que hacemos para acercarnos a la revolución. Y vamos a luchar por el socialismo hasta que choque China con África, querido Ale.

Tus compañeros de la Juventud Capital